Para Ferito que es capo y le caben los enanos azules
A Gárgamel
El ángel tras tu gran puerta de madera,
que te protege de nuestra contenida inocencia
Si no tuviera que seguir dibujando esta imagen,
te degollaría en El Bosque, a la vuelta de la primer sombra
Y nos reiríamos, y te arrancaríamos los ojos,
y nos saldrían colmillos, y nos saldría La Noche
de nuestro encadenado pecho azul
Y la aldea brillaría
Pero no,
no podemos,
nuestro monstruo esta viejo, y flaco, y cansado
y los barrotes ya le quedan grandes
Yo, Pitufo
2 comentarios:
Una maravilla!! Gracias por la dedicatoria, maldito duendecillo azul.
Volvamos a la sal, volemos al suelo del cielo.
abrazo
¡Qué viaje amigo! Espero que haya más de los mismos, si no es al norte, al menos parece que al sur del Pirata nos vamos a encontrar.
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