lunes, 15 de diciembre de 2008

Encargo (de Don Julio C.)

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Hoy

No saber que elegir
si la casi interminable lucha diaria
o utopizar mis sentimientos
y decir, y sentir que solo te amo
y ahí te quedas

Nada más, nada menos que eso

lunes, 1 de diciembre de 2008

Tengo un reloj en la pared
tiene pestañas
tiene parpados
tiene diamantes
tiene pupila
indica el sur
Cuando estoy no se qué
lo busco
lo escudriño de reojo
Tengo un reloj
tengo un ojo

Mientras tanto
el hombre que mira al espejo
crece