A la memoria de Juan Francisco Aguirre, mi Tío Pancho...
Las articulaciones de mis falanges no descansan,
nada parece estar bajo control.
Nada, ni siquiera el diámetro de mis pupilas:
El dolor dice más que las manos,
habla de la premura de lo inexorable
del pan de cada día
de la voz ronca
del miedo a no ser Dios
lunes, 13 de enero de 2014
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