miércoles, 21 de julio de 2010

No preciso colgar nada sobre tu hombro

Mientras tatuas un cuento de flores sobre esta cicatriz
yo me refriego el corazón con el jabón blanco con el que mi vieja lavó mi infancia

Esto huele a tierra mojada

3 comentarios:

Joaquín Jesús dijo...

Deja que las flores tapen las cicatrices pero no olvides que están ahí.

Ser es recordar. No edulcores los segundos, no enrarezcas tus respiraciones.

Un saludo

Cuiz dijo...

Gracias por los comentarios Joaquín, espero verte mas seguido por acá.

mariana dijo...

pffff el jabon blanco con el que mi vieja lavo mi infancia

que buena imagen cuiz!
todo, absolutamente todo
una lluvia de imagenes incandescentes