Él tiene un surco en el pecho que celebra la muerte
él un tatuaje en el empeine que dice "Aquí estuvo Dios"
Se levantan, todos los días se levantan.
Ella entuba leones, sí.... los mira fijo y les dice
"Deja tu cara de Mono, oh Rey, y se lo que debas ser
Respira, vamos, respira".
Mañana me miraré frente al espejo para decidir que quiero ser.
sábado, 12 de junio de 2010
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2 comentarios:
luz siempre hay
Muy bueno, amigo. Ejercicio de libertad de los personajes y del que escribe. Un abrazo.
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