Frias fálicas llaves de bronce que violan cajones y baúles
velan desparpajos de rincones,
luz de apertura de una enmarañada y desnuda verba
Hombres sentados al borde de una mesa
y un espantapájaros a punto de saltar,
del filo de mi labio superior
Tengo tornillos en mi cuerpo
No discutamos más señores
el final, es desorden
todo lo demás
un sueño
jueves, 9 de diciembre de 2010
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